Infecciones de Transmisión Sexual

¿Qué son?

Las I.T.S. (Infecciones de transmisión sexual) son infecciones que se transmiten de una persona a otra, principalmente a través del contacto sexual sin método de prevención, aunque también pueden ser transmitidas a través de tranfusiones de sangre, lactancia, embarazo, contacto contra piel infectada y durante el parto. Son producidas por noxas biológicas como virus, bacterias o parásitos. Afectan zonas genitales, ano y boca, pero en algunos casos las partes del cuerpo que entren en contacto con áreas infectadas/heridas también se ven afectadas.

¿Qué consecuencias pueden traer?

Las infecciones de transmisión sexual pueden traer consecuencias serias e incluso mortales si no se tratan a tiempo. En un inicio suelen causar molestias como dolor, picazón, flujo anormal o llagas en la zona genital (depende de la I.T.S.), pero mientras el tiempo avanza pueden generar problemas aún más graves. Algunas infecciones, como la gonorrea o la clamidia, dañan los órganos reproductivos y pueden provocar infertilidad. Otras, como la sífilis o el VIH, afectan órganos internos como el hígado, el corazón o el sistema nervioso, y en casos graves ponen en riesgo la vida. Además, durante el embarazo, el parto y la lactancia, muchas I.T.S. pueden transmitirse al bebé, causando complicaciones para este. Además de la salud física, las I.T.S. pueden llegar a provocar un impacto emocional y social, generando ansiedad, vergüenza o miedo al rechazo.