La inteligencia artificial, en el contexto de las ciencias de la computación, es una disciplina y un conjunto de capacidades cognitivas e intelectuales expresadas por sistemas informáticos o combinaciones de algoritmos cuyo propósito es la creación de máquinas que imiten la inteligencia humana. Esta tecnología busca que las máquinas puedan percibir su entorno, razonar, aprender, tomar decisiones, adaptarse a nuevas situaciones y resolver problemas de manera autónoma, comportándose de forma similar a como lo haría una mente humana.
El concepto de máquinas inteligentes ha existido durante siglos, pero la IA como campo científico nació formalmente en 1956, durante la Conferencia de Dartmouth, organizada por investigadores como John McCarthy, Marvin Minsky, Nathaniel Rochester y Claude Shannon. Allí se acuñó el término "inteligencia artificial" y se planteó la idea de que una máquina puede simular cualquier aspecto del aprendizaje o la inteligencia humana. Durante las décadas siguientes, el progreso fue irregular. Hubo períodos de entusiasmo, pero también de estancamiento, conocidos como los "inviernos de la IA", debido a las limitaciones técnicas y a expectativas poco realistas.
En la actualidad, la inteligencia artificial ha logrado avances notables en diversas áreas, transformando tanto la tecnología como la vida cotidiana. Se han desarrollado sistemas de IA generativa, como ChatGPT, DALL·E y Sora, capaces de crear texto, imágenes, música y video de forma autónoma y coherente. En el ámbito de la salud, la IA asiste en el diagnóstico médico con una precisión comparable a la de especialistas humanos. También impulsa el desarrollo de vehículos autónomos, que combinan visión artificial y toma de decisiones en tiempo real, y mejora la experiencia de los usuarios mediante sistemas de recomendación y asistentes virtuales que comprenden el lenguaje natural.